Lago Terkos, el agua de Estambul
Muy cerca de Estambul hay un lugar ideal para los entusiastas de la naturaleza: el lago Terkos y sus alrededores. De hecho es uno de los favoritos para los amantes de la caza, a sólo 62 Km. de la ciudad, un espacio de gran belleza natural y aire puro; pero si la caza se torna difícil, lo cierto es que hay mucho más para hacer, como alquilar un barco y navegar tranquilamente por el lago.
Este lago está bordeado de juncos y es poco profundo; también es ideal senderismo, observación de aves como cormoranes, garzas blancas y grises, pelícanos y faisanes entre otros, y safaris fotográficos. Los pescadores se sentirán a gusto: hay una gran variedad de especies de agua dulce comestibles, y como está permitido encender fuego, pueden organizar su propia barbacoa y asar los pescados en medio de la naturaleza.
Interesará al visitante que el lago Terkos es conocido también como Lago Durusu; tiene 25 Km2 de superficie y su área de influencia supera los 600 Km2. Recibe agua de muchos arroyos como el Istranca, y vuelca sus aguas en el Mar Negro a través de un río subterráneo; sin embargo, parece que en algún tiempo remoto formaba parte del mismo mar.
Desde 1885 el lago Terkos es la fuente de provisión de agua potable de la ciudad de Estambul; las aguas pasa por dos plantas de tratamiento instaladas por el sultán Abdul Hamid Han en 1885. En la actualidad estas instalaciones todavía están disponibles y todavía proveen de agua a algunos sectores de la ciudad.
El lago se encuentra dentro del Parque Durusu, cuyo punto focal es una magnífica torre en la que funciona el Museo de la Vida Silvestre. Este Museo funciona en la planta baja de la torre y exhibe casi 200 especies animales; cuenta con grabaciones que permiten reconocer las voces de estos animales en su entorno natural.
El Museo funciona en la torres desde 1997 y muestra animales de treinta países de los cinco continentes. A la derecha está el continente americano, con las especies de América del Norte y del Sur; a la izquierda el Asia y el continente ártico. Una galería nos permite avanzar hacia Europa, el pacífico sur y los animales del continente africano. Los espacios reflejan el espíritu de cada región, y en una misteriosa composición parece que los animales cobran vida.
El parque Durusu cuenta también con áreas de esparcimiento, paseos a caballo y, si la idea es quedarse, hoteles turísticos y casas rurales. Comer no será problema; hay muchos restaurantes y pequeñas tabernas de pescado a orillas del lago. En todo caso, no deben dejar de saborear el pan de maíz del Mar Negro, untado con mantequilla, un verdadero manjar. A 12 Km. del lago se extienden las hermosas playas del Mar Negro y, si el día está claro, hasta se puede ver el faro de Rumeli.
Foto: vía Kasim Oktay

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