Alacati, paraíso de surf en la costa egea

Alacati

Alacati, llamada también Agrilia, es una ciudad de la costa oeste de Turquía, sobre el mar Egeo. Es un verdadero paraíso para los domadores de olas, con sus aguas cristalinas y sus espectaculares vientos de 60 a 70 Km./hora; sin embargo, no siempre fue así. Durante 150 años y hasta la década del 90 del siglo pasado, era más conocida por su arquitectura, sus viñedos y sus molinos de viento.

Los principales cambios se produjeron al convertir el puerto de Alacati en un puerto deportivo, pero todavía se pueden ver a lo largo del canal del Bósforo las pintorescas y coloridas casas de pescadores, mientras que en las calles de la ciudad se conservan hermosas residencias de 100 a 150 años, construidas en piedra blanca que va tomando tonos del crema al amarillo con el paso del tiempo.

En realidad, el verdadero corazón de Alacati, a la que llegaremos por la carretera que conecta Izmir con Cesme, está en las calles tranquilas y silenciosas, tan estrechas que un coche no puede pasar por ellas.  Su estilo arquitectónico permanece invariable, con sus ricas fachadas, chimeneas, puertas, ventanas y jardines.

Lo más sorprendente es la construcción realizada con la llamada “piedra de Alacati”, una piedra de textura porosa capaz de mantener el calor en invierno y la frescura en verano.

Pero no todo es playa y surf en Alacati: debemos dedicar un párrafo en especial al pescado fresco, que llega al mercado todos los días a las 11 de la mañana. Si eres un entusiasta de la comida del Egeo, aquí podrás darte el gusto de comprar y preparar tu propio pescado. El pescado se adquiere en directamente en las cooperativas; los pescadores escriben una lista con las especies que han capturado, cuyos ejemplares se alinean uno junto a otro en las mesas de mármol.

La variedad es enorme: abundan el jurel, la lubina, langostas, adabeyi (un tipo de pez escorpión), mariscos y cuantas delicias puede ofrecer el mar. Aunque si no deseas trabajar, puedes acercarte a las tabernas de pescado en las cercanías del puerto: son pequeños establecimientos familiares que ofrecen menúes deliciosos y absolutamente caseros, compuestos por pescado fresco, semillas de rábano, hierbas, hortalizas, pasta de tomate y queso crema sin sal. Por supuesto el postre será el milenario halvá, el dulce aprobado por generaciones de habitantes de la región.

Si la idea es llevar algo de recuerdo a casa, encontrarán varias tiendas donde adquirir productos característicos como toallas, botellas de aceite de oliva, jabones perfumados, piezas de piedra pintadas a mano, increíbles y hermosas; las más populares son las que tienen forma de pez. También hay talleres de cerámica y vidrio.

Foto: vía Metin Erinc

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Categorias: Pequeños pueblos de Turquía



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