La nave Kybele navega de nuevo

Kybele

En el año 600 a.C., una nave birreme (o sea con dos filas de remos) llamada Kybele partía de Phokaia o Foça, una de las 12 ciudades Jónicas al oeste de Anatolia, y recorría las colonias de las costa mediterránea llegando hasta el puerto de Marsella. Pertenecía a un tipo de nave muy especial: las tablas del fondo y las bordas estaban ensambladas con cuerdas, único elemento de unión, que con el agua se hinchaban e impedían el anegamiento.

Representaciones de estas naves de alta costura pueden verse en vasijas y platos de cobre y otros elementos que se encuentran en la mayoría de los museos del mundo y en especial el British Museum o los de Atenas.

Eran el único enlace entre los grandes puertos de la región, como Limantepe, en la actual Urla; se han encontrado restos de estos barcos en yacimientos arqueológicos de las Cícladas con rastros de haber transportado aceitunas, vino y obsidiana, un tipo de roca muy dura con la que se fabricaban hojas de cuchillo y armas.

En realidad, la técnica de costura para barcos todavía se utiliza en algunos lugares de Asia, y hoy en día se sabe que aunque ya se conocía el manejo del metal, la costura con sogas era más práctica y económica. Ahora, como si durante estos más de 2500 años sólo hubiera estado descansando, Kibele ha vuelto a navegar.

Una reproducción de la nave en base a descubrimientos arqueológicos fue realizada por una asociación llamada “360°” con el aval de la Universidad de Ankara, que ya ha reconstruido otros navíos como una antigua galera que efectuaba la larga travesía entre Turquía y Francia pasando por Grecia. La nave tiene 14 metros de largo y un mástil de 12m. de altura; la vela rectangular tiene 7 m. de largo y 12 metros de ancho; cuenta con dos timones y veinte remos.

En junio de 2009 la nueva Kybele, verdadera embajadora de paz y cultura, partió del pequeño puerto pesquero de Urla, en Izmir, en medio de aplausos y fuegos artificiales, con 20 remeros y una tripulación de 25 personas para hacer el viaje Izmir – Foca – Marsella pasando por Italia, país al que tardó 30 días en llegar.   Regresó a Estambul después de navegar inclusive por el Danubio, pasando por varios países europeos como Alemania y Bulgaria, para llegar al puerto de Constanta, sobre el Mar Negro, en Rumania. Actualmente se encuentra amarrada en Caddebostan, en parte asiática de la ciudad, y se puede visitar los fines de semana.

Foto: Digisea

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