Izmir, la antigua Esmirna, cosmopolita y animada
Izmir, esta provincia de Turquía ubicada en la región del Mar Egeo y rodeada por las montañas de Madra, se encuentra sobre la hermosa bahía de Kusadasi. Su capital, Izmir, la antigua Esmirna, con 2,5 millones de habitantes, es la tercera ciudad y segundo puerto más grandes de Turquía, moderna y desarrollada aunque que conserva las edificaciones, mercados, iglesias y mezquitas de tiempos pasados.
Una de sus grandes atractivos es el largo paseo marítimo que bordea la ciudad, lleno de cafés y lugares de entretenimiento, pero la cultura ocupa también un lugar preponderante; aquí podremos visitar el Museo Arqueológico y Etnográfico o asistir a espectáculos de la Ópera Estatal de Izmir o el Ballet y Orquesta Sinfónica del Estado de Izmir. Cosmopolita y animada, si llegan entre junio y julio podrán disfrutar del Festival internacional de Izmir, con danza, teatro y música.
Llamada «La hermosa Izmir» es la heredera de una historia milenaria, pues fue junto con Troya uno de los centros culturales más avanzados de la Anatolia Occidental tres mil años antes de nuestra Era. También vivió una etapa dorada bajo el imperio de Alejandro Magno, en el siglo IV a.C., cuando se construyó una nueva ciudad.
Fantástica y legendaria, cuna del gran poeta Homero, es muy fácil llegar por aire, por tierra y por mar; se encuentra muy cerca del Aeropuerto Internacional de Adnan Menderes, y está muy bien comunicada por ferrocarril y carreteras.
Hay muchísimo para ver y hacer en Izmir, como el castillo Kadifekale, en el Monte Pagos, construido en la época de Alejandro Magno y desde donde se disfruta de unas privilegiadas vistas del golfo. También la Iglesia de San Policarpo, una de las llamadas «Siete iglesias del Apocalipsis» mencionadas por San Juan en el Libro de la Revelación; fue restaurada en 1620 y es donde según la leyenda fue martirizado san Policarpo. La mezquita más bella y grande de la ciudad es la de Hisar, construida en el siglo XVI y restaurada en el siglo XIX. Su interior ricamente decorado alberga un minhrab que señala a la Meca.
El punto central de la ciudad es su Torre del Reloj, en la Plaza Konak; de estilo otomano, fue construida en 1901. Desde aquí llegaremos al antiguo barrio judío de Asansör; sus calles son tan empinadas que están unidas por un ascensor que alcanza una altura de 51 metros. Desde la cima se puede disfrutar de bellas panorámicas de la Bahía de ?zmir.
Queda mucho en el tintero: parques, bazares y mercados como el de Kemeralt? donde se encuentran los higos secos que hicieron célebre a la región, monumentos, museos históricos o de arte, pero no dejemos de visitar el Parque de los Derechos Humanos, que alberga la moderna escultura de los Delfines Voladores, símbolo de libertad y fraternidad.
Foto: Easypedia – P. Vasiliadis
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