El lenguaje de las alfombras en Turquía
Las alfombras y tapices son inseparables de la cultura de Anatolia; en Turquía han formado parte del mobiliario de la casa durante siglos y su belleza fue contada por Marco Polo, quien se admiró de los tapices que ornamentaban las paredes de las mansiones de Catal Hoyuk.
Las tradiciones se mantienen, aunque los motivos, materiales y técnicas han evolucionado, así como también los usos que se da actualmente a los tapices y alfombras, ya que no son solamente elementos decorativos. Sus diseños, materiales y colores traducen, en efecto, normas sociales y obligaciones domésticas bien especificados y propios de cada pueblo. Aprender los detalles de este lenguaje es una forma más de conocer y amar la cultura de Turquía.
Los principales fabricantes de alfombras se concentraban en las principales ciudades de Anatolia, como Gordes, Karks, Konia, Kayseri, y también en ciudades egeas como Milas, o Heraklia donde se producen lujosos tapices de seda con decoraciones florales en tonos pastel por la influencia persa, y que se utilizaron para adornar los salones de los palacios imperiales.
Existen dos tipos de alfombras: las anudadas y las tejidas. En Turquía las alfombras propiamente dichas son las anudadas, y los kilims, sumak y cicim son tejidas. Las alfombras anundadas a su vez pueden ser de nudos turcos o gördes, que enlazan dos cadenas verticales, o nudos persas o nudos de siné, que enlazan una sola cadena; representan un trabajo más fino, especial para la seda; las piezas se miden por la cantidad de nudos, y las de Heraklia que son las más lujosas, ¡pueden tener hasta un millón de nudos persas!
Los colores: el rojo o kirmizi, está ligado al culto del fuego, esencialmente en la tradición de los pueblos del Altai. El azul o mavi, evoca el color del cielo y es de buen augurio y un color protector, como el de los ojos de vidrio que protegen las viviendas.
La decoración: puede tener motivos vegetales estilizados, como flores y tallos entrelazados, en tanto que los kilims adoptan formas geométricas. Las principales figuras son el triángulo, que representa la trinidad formada por el cielo, el sol y el fuego, en tanto que el cuerno de carnero representa la fecundidad. En tanto que el cuerno de camello, los nueve ombligos, las estrellas de ocho puntas o el espejo roto tienen ancestrales significados simbólicos.
Un tipo de tapiz fácilmente reconocible es la alfombra de oración, hecha de nudos, llamada seccade o namazlik; unas junto a otras, cubren todo el suelo de las mezquitas. Los motivos más utilizados son velas, columnas, árboles y mansiones.
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