Finike, los yacimientos de Limyra y Arycanda

Finike

Ciento veinte kilómetros separan a Finike de la capital de Antalya, el magnífico paisaje está rodeado por las cumbres de los montes Bey Da?lari en el valle de Akçay o Arycandus.

Actualmente el principal recurso del distrito es la producción agrícola; cereales, frutas y hortalizas de invernadero que llegan a toda la región. La prioridad es el cultivo de frutas, y entre éstas se especializan en cítrico como naranjas, limones y mandarinas, granadas, olivos y viñedos. También tienen producción ganadera, como cabras y ovejas, que se utilizan principalmente en el distrito.

Su clima es particularmente agradable, gracias al resguardo de las montañas. Finike es un puerto pesquero reconstruido después del último terremoto sufrido en la zona. Es de tono deportivo, tiene restaurantes y playas de piedras. A los amantes del turismo histórico les informamos que está cerca de los bellísimos yacimientos arqueológicos de Limyra y Arycanda.

Se puede comenzar el paseo desde Limyra, son 10 kilómetros de lindos paisajes. En sus orígenes fue una ciudad licia al pie del monte Tokat, las ruinas están en el llamado Jardín de Arcadia donde las cabras y ovejas disfrutan beber en el río.

En la cima del monte se puede ver la acrópolis que se acomoda delante de una verde llanura que llega hasta el mar. Lo primero que se ve de la antigua ciudad es el teatro, en la ladera de la colina; tenía capacidad para cerca de 2500 espectadores. Fue construido en el siglo II y restaurado por los arqueólogos. Todavía se pueden observar los hoyos en la tierra que servían para plantar los postes que sostenían el velarium, que se colocaba por encima de los espectadores para protegerlos del sol.

Saliendo de Finike, 29 kilómetros por la carretera de Elmali, llegamos a las hermosas ruinas de Arycanda, que puede ser comparada con Delfos.

La ciudad está construida a 750 metros de altura. La custodian con sus majestuosas cimas nevadas el monte Akda? y el Kizkar Sivrisi. Al llegar el aroma a pinos lo transportará hasta tiempos remotos, mientras descubre las ruinas que se esconden entre ellos.

Lo más notable de estas ruinas es que dejan ver que todos los edificios públicos fueron construidos en función del panorama espectacular de la montaña. Se pueden ver, en el suelo, los muros de la basílica bizantina con bonitos mosaicos y algunas gradas que siguen en pie. Continúa con las termas más importantes, se ve como las diferentes salas de baño tenían ventanas con vista al valle.

Foto: Municipalidad de Finike

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Categorias: Pequeños pueblos de Turquía



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