Cuenca del Yesilirmak, cuna de civilizaciones

Amasya

Los grandes ríos como el Nilo, Tigris o el Eufrates, han sido los actores principales de la historia de la Humanidad. Entre estos protagonistas privilegiados se encuentra el río Yesilirmak, del que fluyó la fecundidad durante casi 7500 años, tanto que fue llamado Río del Arco Iris, como un puente de colores que lleva los mensajes de los dioses hacia la tierra.

Alimentado por las lluvias y los deshielos, el río Yesilirmak proporcionó los elementos esenciales de la vida a cuatro civilizaciones que se establecieron en sus orillas. De hecho, esta región en el centro de Turquía sobre las costas del Mar Negro estuvo habitada desde el período calcolítico, pues se han encontrado rastros humanos de los años 5500 a 3000 antes de nuestra era. El agua se convirtió en pan, en vino, flores, manzanas, peces, vida.

El río Yesilirmak tiene una extensión de 519 Km. y es el segundo más largo de Turquía; nace en las montañas Köseda, al norte de Sivas, y recibe el aporte de varios ríos como el Çarflamba o el Kelkit que es su mayor tributario. Los depósitos aluviales forman la llanura de Çarflamba, y actualmente las represas construidas han enriquecido la flora y la fauna de las tierras que atraviesa.

Hoy en día las cuatro ciudades que forman la cuenca: Amasya, Corum, Samsun y Tokat, han formado una unión para ofrecer al turismo un conjunto de rutas que invitan a explorar y asombrarse con el descubrimiento de los lugares donde se asentaron las primeras civilizaciones de Anatolia.

Estos pueblos eran llamados “de los mil dioses”; estamos en el gran imperio hitita, que venció a los poderosos faraones de Egipto y creó el “Tratado de Cades” que es conocido como el primer tratado de paz escrito por la Humanidad. Aún hay mucho por descubrir en la cultura y monumentos de esta región en la que nació el gran Estrabón, el primer geógrafo del mundo, una obra de 17 tomos sobre el mundo conocido desde el Océano Atlántico hasta el río Indo, con descripciones de lugares y estilos de vida.

Tierras de misterios y leyendas, se cree que aquí vivía la tribu de guerreras llamadas Amazonas, que cortaron sus cabellos y los enterraron para no ser reconocidas, ¡y de los que nació la planta de tabaco! El misticismo que impregna la región invita a creer que el túnel de la montaña Ferhat fue creado por el poder del amor, y que Egri Kale fue construida por Noé para amarrar su barca durante las inundaciones…

Para saberlo todo acerca de la vida en esta cuenca, armoniosa y colorida, lo mejor es visitar los Cuatro Museos que se encuentran en las cuatro ciudades, mientras se disfruta de lo mejor de su gastronomía: los vinos moscatel, las manzanas de Misket, el arroz pilaf y la melaza de Tokat.

Foto: vía Wiki Commons

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Categorias: Naturaleza en Turquia, Turquía



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