Malatya, provincia y capital del albaricoque
Malatya es la capital de la provincia del mismo nombre, a 95 Km. del Nemrut Dagi, ese impresionante mausoleo al este de Capadocia construido por Antíoco I, el rey que se vanagloriaba de ser descendiente de Alejandro Magno.
Pero Malatya, aunque aún está lejos de ser un lugar muy visitado por el turismo, poco a poco se hace conocer por algo más que la producción del albaricoque. Conserva su estilo tradicional y predomina el hermoso color adamascado en sus viviendas y edificios, ya que es la principal productora del país y del mundo: se calcula que de aquí sale entre el 60 y 85% de la producción mundial de albaricoques disecados.
En la ciudad podemos visitar el Mercado de los Albaricoques, que funciona cerca de la plaza central y es el lugar más característico de la ciudad. En el mes de julio se celebra la Fiesta del Albaricoque, con manifestaciones culturales y folklóricas en homenaje a este fruto que es un verdadero protagonista, pues se pueden ver albaricoques por todas partes, como por ejemplo, secándose al sol en los tejados de las casas. También el Museo Etnográfico, con sus colecciones del neolítico y de la época hitita, y la ciudad antigua, a 19 Km. del emplazamiento actual, que es una villa tranquila con la Gran Mezquita del siglo XIII cubierta de azulejos de color azul.
Malatya alberga miles de sitios históricos y bellezas naturales únicas, además de una oferta cultural excepcional formada por sus artesanías textiles, yacimientos arqueológicos y monumentos históricos. Rodeada por el montes Tauro, continuación de las Montañas Bey, y regada por ríos de aguas abundantes y frescas, sus tierras fértiles se cubren de un manto verde y permiten el cultivo de otras frutas además del albaricoque, como cítricos, plátanos, las famosas cerezas y peras.
Un párrafo para el albaricoque o damasco: este fruto originario del Turquestán, Asia Central y oeste de China, es cultivado desde hace cinco mil años, pero en Anatolia ha encontrado el suelo ideal y clima adecuado, hasta ser la segunda producción más importante de Turquía. Desde aquí, el albaricoque viajó a Roma y Persia, Grecia, Italia y desde allí a los demás países europeos, llegando a los Estados Unidos en el siglo XVII. La planta se utiliza íntegramente; desde la madera hasta la fruta en todo tipo de presentaciones y los residuos que se utilizan como combustible. El dulce típico de la región, el mamulat, es una especie de oblea rellena con confitura de albaricoque.
Foto: Wiki Commons

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